A horas de recibir la primavera, el legendario grupo de punk rock, “2 Minutos” se hizo presente el pasado viernes 19, en nuestra ciudad. El lugar elegido para tocar en tres tonos fue la sala 565.
Eran cerca de las ocho de la noche, cuando estaba llegando al bar/boliche, o como quieran llamarle de la calle 49, y ya había ¡cola! Previo al recital observaba que la gran mayoría de los chicos allí presentes, hacían el aguante acompañándolo con una cerveza, muchos esperando en la esquina y otros en las escaleras del Pasaje.
El show estaba programado para las 20 horas; pero como de costumbre, la sala siempre cuenta con alguna banda soporte de sorpresa, además de las anunciadas. Ésta vez le tocó al trío punk, “Alambre de Púa” hacer un breve show, de aproximadamente media hora, con una seguidilla de temas muy ajustados, que cuando terminaba uno, enseguida comenzaba otro. Por momentos daba la sensación de que todos los temas sonaban igual, excepto la interpretación del tema de la película “Scarface”.
La última banda encargada de telonear a “2 Minutos” fue “Las Otras”, esta se caracterizó por tener al frente la voz de una mujer y el acompañamiento en la guitarra del manager de la banda de Valentín Alsina. A diferencia del anterior grupo, “Las Otras” sonaron muy cercanas al Punk Rock de Pixies, por la particularidad de los coros y la combinación de las guitarras algo distorsionadas.
Pasadas las once y media de la noche, y con mucho agite por parte de la poca gente que había, se presento en escena “2 Minutos”. Los integrantes son: Walter “Mosca” Velásquez (Voz), Alejandro Aisnajain “Papa” (bajo), en la batería Monti, y en las guitarras Pedro Pedrozo y Pablo Coll. De esta formación solo el “Mosca” y “Papa” son los únicos integrantes fundadores de Dos Minutos.
La puesta en escena del grupo fue bastante tranqui, en el sentido que los músicos desde el comienzo del recital hasta la culminación del mismo, solo se dedicaron a tocar, la intervención con el público fue de escaso diálogo. En cambio, los chicos en todo momento se apropiaron de los temas y saltaban enajenados en el piso, ellos hacían su propio show, mucho pogo y mosh. La gente de seguridad que suele ubicarse delante de la banda, entre las vallas y el público, no daba abasto porque los seguidores querían subirse a toda costa al escenario. No había banderas, pero si muchas remeras negras con las inscripciones del logo de la banda, también mochilas que cargaban la (A) de anarquía, con que tanto se identifican muchos chicos punk.
Los momentos de máxima tensión sonora fueron cuando tocaron los clásicos temas del primer disco, que lleva por nombre “Valentín Alsina” ciudad de los fundadores del grupo, uno de esos temas fue en su momento, a mediados de los años `90, un hit llamado “Ya no sos igual” que hace una alusión a un kiosquero vecino que, de casualidad, se enteraron que también era oficial de la Policía Federal. Otro clásico que no podía faltar fue, “Cerveza yo te adoro, cerveza yo te amo” estas dos canciones fueron las más ovacionados por el público, como una especie de temas sagrados porque eran coreados por todos.
Otras melodías corte de otros discos, hablan del barrio, de las realidades que sufren los trabajadores por los sueldos bajos y de la opresión que se sufre en este sistema, ese fue el recorrido musical que hizo la banda.
El show fue prolijo, no tuvo desperfectos técnicos, sonaron bien y se mostraron como lo que es, un grupo que la viene remando desde hace veinte años, defendiendo y demostrando que el Punk no murió, que no quedó en el recuerdo, sino que a pesar de todo lo nuevo que llega a nuestros oídos, ellos aún resisten. En resumen fue un recital tranqui, donde lo que mas sobresalió fue el pogo y el mosh, la cerveza y los cantos que ya pasadas la una de la madrugada los seguidores del grupo pedían bises y aplaudían en agradecimiento de su visita a la ciudad de las diagonales.