martes, 8 de julio de 2008

Cobertura - El Indio en Tandil

EL INFIERNO ESTÁ ENCANTADOR, TANDIL ESTUVO ENCANTADOR...

Hoja de Ruta:

Saliendo desde Plaza San Martín alrededor de las siete de la mañana, ya se podía palpitar lo que sería una fiesta ricotera. Tras recorrer unas seis horas de viaje, por la ruta 30, llegamos al lugar más deseado. El micro nos dejó a unas diez cuadras de las inmediaciones del Hipódromo de Tandil, que se encuentra a unos 4 km del centro de la ciudad. El panorama era atípico para los vecinos de un barrio muy humilde, con calles de tierra y casas, casillas muy precarias, con grandes espacios verdes convertidos en canchitas de fútbol. Aunque el sábado estos predios eran ocupados por varias carpas gigantes en las cuales se vendían chori, paty o cualquier otra cosa que fuere para comer y beber. La gente local tuvo competencia porque cada micro, auto o combi que llegaba y encontraba un lugarcito libre, ahí nomas, improvisaban una parrilla callejera cada uno con su respectiva bandera y de fondo se escuchaba la música de los redondos, que se mezclaba con la del Indio, que sonaba en otro parlante vecino.

Llegando a una esquina en la cual colgaba un pasacalles se podía leer: “Único Acceso al Show”, que aun se encontraba vallado y custodiado por la seguridad privada del Indio. Aun faltaban varias horas para el recital y decidimos emprender un fugaz recorrido que culminó en el Dique de Tandil. La previa la hicimos junto a la estatua De Juan Fugli, quien por momentos parecía el lobo marino de MDQ, porque todos los que pasaban por allí se sacaban una foto. Cerca de las seis de la tarde, el Dique tenía otro aspecto, había muchísima gente, y el cielo comenzó a despejarse, la neblina fue desapareciendo y así pudimos apreciar la belleza de las sierras.

A una hora del show, las cuatro cuadras que nos separaban del Hipódromo, se veían invadidas de gente que saltaba y cantaba una vez más a gritos: “Sólo les pido que se vuelvan a juntar”. La entrada fue totalmente pacifica, no había policía y sí mucha gente de seguridad, con tan sólo levantar la entrada pasabas, ni siquiera nos la ¡cortaron!

Crónica de una noche a puro rock

Señoras y Señores… con ustedes los “Fundamentalistas del Aire Acondicionado” decía la voz del Indio Solari en Off. Así comenzó el recital aproximadamente a las 21:35 hs. y la gente comenzó a enloquecer cuando se encendieron todas las luces y sonó “Pedía siempre temas en la radio”, el segundo tema “Ramas desnudas”, que también pertenece al segundo disco, “Porco Rex”. Ya entrado el público en calor, la banda nos sorprendió, con un tema de octubre, “El Infierno está en cantador”, era increíble ver a gente de todas las edades, cantando a la par del Indio, este gran tema que a más de uno llegó a conmovernos. También entre los clásicos ricoteros, sonaron; “Nueva Roma”, “Un ángel para tu soledad”, “La hija del fletero”, “Divina Tv Fúhrer” y se encedieron las primeras bengalas verdes con “Martinis y Tafiroles”. Hubo un corte de unos diez minutos, de entretiempo, que nos permitió apreciar toda la inmensidad del lugar colmada de almas, que parecían fantasmas en la neblina blanca y espesa que se adueñó de la noche.

Con la segunda entrada sonó, “Nike es la cultura”, el primer corte del “Tesoro de los inocentes”. El indio agradeció a la gente de Tandil por el lugar, y a todos los que estábamos presentes por bancarnos el frío y hacerle el aguante. Entre otros temas como “Te estás quedando sin balas de plata”, “Porco Rex”, “Tatuaje” y los rockanroles “Me matan limón”, “Mariposa Pontiac” hubo dos cortes de unos cinco minutos, aproximadamente, en los cuales Solari, advirtió sobre el peligro que corría la gente que estaba detrás de las vallas, y dijo: “Estoy penando por las vallas”. De Porco Rex tocó once temas, el gran ausente hasta ahora es “Veneno Paciente” (que lo tocará a fin de año con artistas invitados) y del Tesoro sonaron tan sólo tres, de los cuales “Pabellón séptimo” se lo dedicó a los que están privados de su libertad.

El punto máximo fue escuchar “Juguetes perdidos”, nunca había visto y sentido algo similar, ni siquiera en los recitales de los redonditos pude vivir lo que fue el sábado. Cuando comenzó la canción automáticamente, se encendieron bengalas de todos los colores y se apagaron todas las luces del escenario, quedando así una extrañísima mezcla de niebla y humos de las bengalas y sonando de fondo la gran banda que acompaña a uno de los mejores artistas que tiene la Argentina. Para finalizar el show, cerca de las 23:35 nos preparábamos para el pogo más grande del mundo. Sí. Ji, ji, ji comenzó a sonar y nadie se quedó en su lugar, fue así que quedamos bastante lejos de donde estábamos en un principio. Contentos y extasiados porque sabíamos que se terminaba, escuchamos el “que abandona no tiene premio”, dijo el Indio y nos invitó el 27 de septiembre a viajar a San Luis, donde se presentará por tercera vez en lo que va de este año.

Carolina Zubeldia


DUELE UNA BOCHA

Alejandro Sokol fue miembro en la primera época de Sumo como bajista y baterista. Tras la muerte de Luca Prodan, se reunió con Germán Daffunchio para armar Las Pelotas. En abril de 2008, Sokol tocó por última vez con la banda en el Quilmes Rock. Luego se dedicó a su nuevo proyecto, El Vuelto S.A junto a su hijo. El 12 de enero sufrió un paro cardíaco en Córdoba. Tenía 48 años y el 30 de enero cumplía 49. Te invitamos a escuchar las charlas que El Bocha tuvo con Atenea. Nota Junio 2007: "Mi banda es Las Pelotas" Nota Junio 2008: "Con El vuelto hago temas de Las Pelotas que son de mi autoría, pero son versiones nuevas"