EL INFIERNO ESTÁ ENCANTADOR, TANDIL ESTUVO ENCANTADOR...
Saliendo desde Plaza San Martín alrededor de las siete de la mañana, ya se podía palpitar lo que sería una fiesta ricotera. Tras recorrer unas seis horas de viaje, por la ruta 30, llegamos al lugar más deseado. El micro nos dejó a unas diez cuadras de las inmediaciones del Hipódromo de Tandil, que se encuentra a unos
Llegando a una esquina en la cual colgaba un pasacalles se podía leer: “Único Acceso al Show”, que aun se encontraba vallado y custodiado por la seguridad privada del Indio. Aun faltaban varias horas para el recital y decidimos emprender un fugaz recorrido que culminó en el Dique de Tandil. La previa la hicimos junto a la estatua De Juan Fugli, quien por momentos parecía el lobo marino de MDQ, porque todos los que pasaban por allí se sacaban una foto. Cerca de las seis de la tarde, el Dique tenía otro aspecto, había muchísima gente, y el cielo comenzó a despejarse, la neblina fue desapareciendo y así pudimos apreciar la belleza de las sierras.
A una hora del show, las cuatro cuadras que nos separaban del Hipódromo, se veían invadidas de gente que saltaba y cantaba una vez más a gritos: “Sólo les pido que se vuelvan a juntar”. La entrada fue totalmente pacifica, no había policía y sí mucha gente de seguridad, con tan sólo levantar la entrada pasabas, ni siquiera nos la ¡cortaron!
Crónica de una noche a puro rock
Señoras y Señores… con ustedes los “Fundamentalistas del Aire Acondicionado” decía la voz del Indio Solari en Off. Así comenzó el recital aproximadamente a las 21:35 hs. y la gente comenzó a enloquecer cuando se encendieron todas las luces y sonó “Pedía siempre temas en la radio”, el segundo tema “Ramas desnudas”, que también pertenece al segundo disco, “Porco Rex”. Ya entrado el público en calor, la banda nos sorprendió, con un tema de octubre, “El Infierno está en cantador”, era increíble ver a gente de todas las edades, cantando a la par del Indio, este gran tema que a más de uno llegó a conmovernos. También entre los clásicos ricoteros, sonaron; “Nueva Roma”, “Un ángel para tu soledad”, “La hija del fletero”, “Divina Tv Fúhrer” y se encedieron las primeras bengalas verdes con “Martinis y Tafiroles”. Hubo un corte de unos diez minutos, de entretiempo, que nos permitió apreciar toda la inmensidad del lugar colmada de almas, que parecían fantasmas en la neblina blanca y espesa que se adueñó de la noche.
Con la segunda entrada sonó, “Nike es la cultura”, el primer corte del “Tesoro de los inocentes”. El indio agradeció a la gente de Tandil por el lugar, y a todos los que estábamos presentes por bancarnos el frío y hacerle el aguante. Entre otros temas como “Te estás quedando sin balas de plata”, “Porco Rex”, “Tatuaje” y los rockanroles “Me matan limón”, “Mariposa Pontiac” hubo dos cortes de unos cinco minutos, aproximadamente, en los cuales Solari, advirtió sobre el peligro que corría la gente que estaba detrás de las vallas, y dijo: “Estoy penando por las vallas”. De Porco Rex tocó once temas, el gran ausente hasta ahora es “Veneno Paciente” (que lo tocará a fin de año con artistas invitados) y del Tesoro sonaron tan sólo tres, de los cuales “Pabellón séptimo” se lo dedicó a los que están privados de su libertad.
El punto máximo fue escuchar “Juguetes perdidos”, nunca había visto y sentido algo similar, ni siquiera en los recitales de los redonditos pude vivir lo que fue el sábado. Cuando comenzó la canción automáticamente, se encendieron bengalas de todos los colores y se apagaron todas las luces del escenario, quedando así una extrañísima mezcla de niebla y humos de las bengalas y sonando de fondo la gran banda que acompaña a uno de los mejores artistas que tiene
Carolina Zubeldia