miércoles, 16 de julio de 2008

LA ALEGRÍA SALVADA

Pampa Yakuza demostró en nuestra ciudad una vez más su espíritu festivo. Y Patanes fue una previa de lujo para una noche feliz.

Si uno tiene agendado un recital para mediados de julio, lo primero que piensa es en qué abrigo llevarse para repararse del frío que habitualmente azota durante esas fechas. Pero en esta Argentina cada vez más dada vuelta, los termómetros de los canales de noticias marcaban una temperatura superior a los 15º, con la humedad como principal responsable.

Así fue como al llegar a las puertas de la Casa del Pueblo por la calle 49, el suelo estaba completamente mojado sin una lluvia de por medio, y la mayoría de los asistentes llevaban puesto apenas una remera y una campera finita.

Una vez dentro de esta casa reformada y reutilizada como lugar para recitales y fiestas, la temperatura aumentaba aún más. Por eso era menester pasarse cada tanto por la barra que se ubicaba a escasos metros de la puerta de entrada para aprovechar la bicoca de una cerveza de medio litro a $5 o igual cantidad de fernet (de la marca buena) a $10.

Marcando los relojes la 1 de la mañana, con un número interesante de gente sentada sobre el piso de madera y muchos otros llegados en el bondi yakuzero desde Capital, los locales Patanes dieron comienzo a la noche. Teloneros casi fijos de cada visita de Pampa a nuestra ciudad, el público “de afuera”, ya los tiene vistos y conocidos. Mientras una pantalla detrás del escenario mostraba imágenes viejas de la banda, los “Pataa”, con un sonido potente y prolijo, eran una entrada en calor de lujo. Yendo desde el reggae al rock más crudo y con la voz de Sebastián (no me canso de marcarlo) con aires a la de un Alejandro Sokol pero afinado, la hora y piquito que estuvieron tocando los temas de su disco Cuanto vale se pasó volando.

Habiendo degustado la entrada y pidiendo la segunda tanda de bebidas, el plato principal comenzó a servirse. Con su tercer disco “Único y sentido” en la calle, Pampa Yakuza ya está muy bien posicionado en la escena del rock fusión con reggae y ritmos latinos. Pero verlos en vivo es distinto.

El show propiamente dicho arrancó, siguiendo una línea histórica, de lo viejo a lo nuevo. Mundos matungos, del primer disco “Carnaval para tu desconsuelo”, fue el sorprendente primer bocado que degustamos, para pasar luego a Contra las cuerdas, homenaje a todos los que pelean la vida, perteneciente a “Orilla”. Y Quisiera decir fue lo primero de su último disco que pudimos probar, para cerrar una trilogía que repasó sus más de 10 años en la música.

Si digo que Pampa es una banda para divertirse no descubro nada. Pero debo remarcarlo nuevamente. Porque los momentos de pogo se trenzan con los de baile y, en muchas ocasiones, cuando Hernán cede su micrófono a la gente que deja su voz para oficiar de coro en algunos estribillos. Sorprendente fue sí la introducción para Brillante sol (de los mejores de la banda), arrancando con acordes de Grupo Sombras que le dieron lugar al estribillo Viejas Locas de Perra.

Otro hecho de los recitales de la banda de Liniers es que cada integrante tiene un momento para destacarse. Y a mi criterio, el charango de Lucho Katz tiene una magia especial para logra el baile de la masa.

Faltando pocos minutos para las 4 de la mañana, y después de ver como el público armaba el puentecito en pareja típico de cumpleaños de 15 y casamientos, los primeros acordes de Carnaval para tu desconsuelo anticiparon el final del show y, como es habitual, con la banda abajo del escenario junto al público coreando el famoso “¿Que te anda pasando?”

La presentación de Único y sentido en nuestra ciudad tuvo todo para ser un recital que, si tuviste problemas en la semana, dejarlos olvidados por un rato para soltar la alegría.

Por Martin Burgos

DUELE UNA BOCHA

Alejandro Sokol fue miembro en la primera época de Sumo como bajista y baterista. Tras la muerte de Luca Prodan, se reunió con Germán Daffunchio para armar Las Pelotas. En abril de 2008, Sokol tocó por última vez con la banda en el Quilmes Rock. Luego se dedicó a su nuevo proyecto, El Vuelto S.A junto a su hijo. El 12 de enero sufrió un paro cardíaco en Córdoba. Tenía 48 años y el 30 de enero cumplía 49. Te invitamos a escuchar las charlas que El Bocha tuvo con Atenea. Nota Junio 2007: "Mi banda es Las Pelotas" Nota Junio 2008: "Con El vuelto hago temas de Las Pelotas que son de mi autoría, pero son versiones nuevas"