Charly García continúa internado en la clínica Dharma de Capital Federal y se encuentra “mejor de lo previsto”, según sus allegados. En los últimos días pidió una guitarra y volvió a trabajar en la composición de algunas melodías que espera editar a su salida. Esta semana lo visitaron León Gieco, Gustavo Santaolalla y Pedro Aznar. Luis Alberto Spinetta, lanzó su nuevo material discográfico “Un mañana”. El título tiene que ver con la tragedia que sacudió al colegio Ecos, donde concurre una de sus hijas, en el cual un camionero alcoholizado chocó a un micro con alumnos de ese establecimiento, que volvían de una visita a Misiones con fines benéficos. Hubo 9 muertos y varios heridos. Spinetta parece ponerse en la piel de esos padres que perdieron a un hijo, que necesitan pensar en la posibilidad de imaginarse “un mañana”. Las Pastillas del Abuelo se encuentran en la etapa final de la masterización de su tercer material discográfico, aún sin nombre, que será lanzado en las próximas semanas. El próximo 24 de julio sale a la venta “Esclavo”, el nuevo material discográfico de Guasones. El álbum, producido por Alfredo Toth y Pablo Guyot, cuenta con Juanse y Ciro Fogliatta, de Los Gatos, como artistas invitados, además de Los Tipitos en la canción “Brillar”, que será el primer corte de difusión.
sábado, 28 de junio de 2008
viernes, 27 de junio de 2008
Cobertura
TIPITOS EN EL COLISEO 19-06
A diferencia de otros espectáculos en el Coliseo, no había mucho público, raro también para un show de Los Tipitos, por lo que el espectáculo resultó ser un poco más íntimo.
Salieron entonces los chicos a escena, trajeados como lo están en la tapa de su último disco “Tan real”, como si más que una banda de rock fuesen cantantes de ópera o viniesen de un casamiento, explicando más tarde que para ellos, tocar en “un teatro tan lindo y pintoresco como es el de
El show se basó prácticamente en la presentación del disco “Tan real“, con un excelente juego de luces que acompañaron los temas en todo momento y acompañados por músicos invitados, como “Lucas”, un músico solista que ya es casi fijo en sus recitales y que tocó la guitarra en casi todos los temas, sobre todo en los que Piancioli tocaba las teclas.
Después de una hora de tocar, decidieron terminar la primer parte del recital para cambiarse de ropa, dando un receso a la gente de 5 minutos, momento que debido a la prohibición del cigarrillo dentro de la sala, muchos aprovecharon para salir a fumar al hall del teatro.
Ahora sí, ya cambiados de ropa y más cómodos, realizaron un pequeño acústico de dos temas para después volver a rockear entre anécdotas, relatadas por Rufino y Bugallo, algunas sobre su adolescencia y otras sobre sus respectivas madres entre otras cosas. Cabe destacar, que en esta segunda parte, la gente dejó de alentar a la banda desde sus butacas y tímidamente comenzó a pararse, dando un poco más de color al show.
de Los Tipitos se despedía hasta la próxima mientras se acercaban a las butacas desde el escenario para saludar a la gente. Pero un grupo de personas empezó a pedir el tema de “Los Patitos” para los bises, lo que sorprendió a la banda ya que según ellos, es un tema que nunca les piden y que de hecho, no pertenece a la banda, sino que está adaptado de un tema de “
Santiago Rusconi
domingo, 22 de junio de 2008
Noticias
León Gieco lanza "Por partida triple". Son 3 CDs, llamados "Rock", "Folclore" y "Rutas". Tendrá colaboraciones, versiones y participaciones, en vivo y en estudio. Muchos de estos temas aparecieron originalmente en discos de otros artistas o en proyectos especiales.Está próximo a salir el nuevo material de Ricardo Iorio solista. Este nuevo disco será una recopilación de grandes temas del rock nacional de los años 70 y 80. Carajo estuvo de gira por Costa Rica y México. Se presentaron en el DF, Monterrey y
viernes, 20 de junio de 2008
Pogómetro - La Renga Córdoba 31-05
No fue un recital más para nosotros, y creo que tampoco para toda la gente que fue al Chateau Carreras.
Después de un invento fuera de lugar al que no vamos a hacer alusión, debido a que incrementaría el número de páginas de cualquier buscador en la web, se vivía un clima de mucha euforia. Cuando sacamos las entradas, vimos la foto de la placa y nos quedamos más tranquilos, pero más que nunca sentíamos esa ansiedad de volver a compartir ese banquete con el cual crecimos.
Fue un viaje largo. Unas 12 hs casi. Varios cortes demoraron el micro unos minutos. Gran parte del camino bajo la noche. Mucho frío. Y una ruta en la cual no sabés si vas a volver con vida.
Las calles de la ciudad de Córdoba estaban invadidas por "los mismos de siempre" que deambulaban esperando que pasen las horas para arrancar hacia el estadio. Nosotros recorrimos el centro, almorzamos, vimos el clásico de avellaneda en un bar y nos subimos al bondi e5 que nos llevaba al estadio. Allá, se venden cospeles en la calle para sacar boleto, pero al mediodía ya no había más. De este modo, tuvimos que comprar una tarjeta de plástico donde cargamos el dinero que necesitábamos para viajar.
Desde la plaza principal tomamos el bondi, ya que el estadio está a 45min del centro de la capital. El colectivo venía hasta la manija, botellas de plástico, cantito popular, banderas, una previa clásica. Llegando al estadio ya se escuchaba una murga y pirotecnia.
Dentro del estadio lo primero que vimos fue que el escenario estaba en el centro del campo de juego de cara a una tribuna. Pedimos un fernet de litro en una barra y nos sentamos a mirar las bandas soporte mientras llegaban las 20.000 almas al recital.
Alrededor de las 21 hs salió la banda: tripa y corazón, almohada de piedra, a tu lado, intervalo (por fallas en el sonido), al que ha sangrado, el monstruo que crece, en el baldio, montaña roja, el terco, cualquier historia, cielo del desengaño, mujer caleidoscopio, el rito de los corazones sangrando, estalla, desnudo para siempre (o despedazado por mil partes), bien alto, la balada del diablo y la muerte, oportunidad oportuna, ruta 40, lo fragil de la locura, en la boca del lobo, viva pappo, el final es en donde parti, el rey de la triste felicidad, la razon que te demora, panic show, el revelde, blues de bolivia, oscuro diamante, hablando de la libertad.
Hubo varios momentos donde el pogómetro estalló. En tripa y corazón por ese poderoso estribillo, en blues de bolivia (demás está decir por qué), en Viva pappo por lo que significa el carpo para el rock, en la parte de la armónica en Bien alto, en Hablando de la libertad por ese final anunciado, en Cielo del desengaño (aunque sea una balada tiene una oscuridad única, mágica diría). Pero nos quedamos con la distorsión de desnudo para siempre (o despedazado por mil partes)… el pogo llegó a metros del suelo!
Un viaje truenotierra inolvidable!
La pety y el oveja! (fieles oyentes)
sábado, 14 de junio de 2008
Cobertura - Resistencia / Nonpa en el Rey
LARGA VIDA AL REGGAE
Mientras la tarde del sábado le iba dando paso a la primera noche, el panorama sobre la avenida 122 difería de lo habitual. Muy pocos recitales (exceptuando los que son al aire libre) que tienen horario de comienzo a las 19 (sí, a las 7 de la tarde) logran como éste que la gente acuda con puntualidad inglesa.
Y es que el reggae nacional está logrando posicionarse en un lugar fundamental en la escena musical: veamos sino que los grandes festivales tienen un escenario dedicado íntegramente a la música con la que Bob Marley se transformó en ícono; y fue él quien, a principios de mayo, tuvo su día homenaje en el Luna Park.
Y si hablamos de crecimiento de la música jamaiquina, mucho se le debe a estas dos bandas que, como dice en los afiches promocionales, Nonpalidece y Resistencia Suburbana son la combinación más explosiva del reggae.
Volvamos un poquito al contexto: para quienes entramos pasadas las 8 al enorme Salsódromo El Rey (que paradójicamente luego se vestiría de boliche de cumbia) nos asombró lo que vimos. Cruzar el boliche desde la puerta, ubicada en una punta del lugar hasta el otro lado (a la izquierda del escenario) se asemejaba a conseguir nafta en el centro a las 5 de la tarde. No cabía un alfiler para la noche de los tres colores y el aroma dulzón.
Una vez ubicado, me extrañó ver un escenario desnudo en cuanto a lo que podría ser una escenografía armada con alguna bandera alusiva. Pero pensándolo dos veces, hubiera sido imposible colocar un trapo en medio de la terrible cantidad de instrumentos. Porque como contaron los integrantes de las bandas en AteneA, no era un recital en el que tocaría un grupo y luego otro, sino que lo harían en simultáneo, intercalándose cuando así lo quisieran.
20.40 fue la hora que marcaron los relojes (en realidad los celulares) en el preciso momento en que la música “funcional” (se imaginarán de que tipo) se cortó para que ambas bandas súperpoblaran el escenario ante el estallido de la gente. Y me voy a detener en algo que creo importante. Sabido es que dentro del mismo género, estos dos grupos tienen diferente estilo. Uno más de barrio (de ghetto precisamente), y uno si se quiere más radial y global. Y era Resistencia quien se cosechaba más aplausos. Pero, como no pasa en muchos casos, ovacionar a uno no es sinónimo de bardear al otro. Es que RS en
Quien dio el puntapié inicial fue Nonpa, aunque no solos, sino que en compañía de todos los Resistencia en el escenario, y con Luis Alfa como colaborador de lujo en pandereta y coros del altísimo Néstor Ramljak. Pasado el tema Mi fortaleza, era el momento de que RS arrancara con los acordes de Muerte en Irak para el que El Rey explote por primera vez. Con las habituales gafas negras, chaleco del mismo color y las rastas cortas ordenadas con una vincha, Alfa demuestra un carisma y una conexión con el público que no se ve mucho. A su lado Néstor, con camisa de jean y unos dreads que una vez sueltos asombran porque superan la línea de la cintura, se mueve hipnóticamente.
Para dónde corrés? fue el siguiente tema de los de Tigre y, debo confesarlo, uno de los que más fuerte canté. Así siguieron tocando un tema cada uno hasta llegar a los cinco por banda, momento en que Nonpalidece quedó en soledad para un pequeño set de otras cinco canciones, tanto de Hagan correr la voz, última producción, como de discos anteriores.
Con esta tónica, de ir intercalándose sobre el escenario, fue en uno de los turnos de Resistencia donde la banda presentó algunos de los temas nuevos que seguramente formarán parte del sucesor del exitoso Cosas que nadie oía. Y un momento gracioso/revelador fue cuando mientras Néstor se preparaba a salir y Alfa a entrar, comenzaron a bromear que el líder de Nonpa era careta y el de Resistencia un loco. Un chiste súper guionado pero que sirve para que quede en claro la buena onda entre ambos. Es más, en un momento Néstor acusa a Luis de careta por estar tocando con él.
Casi dos horas y media después, el sistema de un tema cada uno regresó para ir empezando a cerrar una noche muy calurosa (adentro obviamente), lo que obligó a quien escribe a acudir varias veces a la barra. Y fue La unión verdadera el tema elegido tanto para concluir formalmente el recital como para expresar que más allá del estilo, el reggae es uno sólo. Y digo que así concluyó formalmente porque a las 23.30 (hora pautada para el final) y con las luces ya encendidas, el espíritu de Bob apareció nuevamente para que las dos bandas, junto a las más de 1500 almas presentes entonaran Iron Lion Zion, culminando una noche realmente explosiva.
Para la reflexión final, se nota muchísimo la prolijidad con la que trabajan los dos grupos combinados, más allá que no sea la primera vez que realizan el recital de esta manera, en donde cada veinte minutos se bajan unos y suben otros. Y otro gran aplauso se lo lleva el sonido que no tuvo un error y fue fundamental para calificar esta noche como impresionante y altamente recomendable.
Martin "Intruso" Burgos
martes, 10 de junio de 2008
Cobertura
Estaba preparado para ver a Los Cafres. Pero… ¿en el Coliseo Podestá?. Eso despertaba en mí cierta curiosidad: como se adaptaría una banda de reggae a un coqueto teatro.
Desde la entrada uno podía notar que no era un recital más. No sólo por la fachada del Coliseo sino por la facha de una “seguridad trajeada” a tono con el evento.
Una vez adentro, credencial en mano y esperando ubicación, uno podía empezar a hacer una lista de las restricciones que el lugar impondría a los espectadores de turno. Gente de todas las edades, pero en especial jóvenes y sobre todo en parejas. No es casualidad, ya que el recital que estaban por brindar Los Cafres era en el marco del ciclo de Música Jóven que se lleva cabo en el Coliseo Podestá.
Alrededor de las nueve de la noche, con un poco de retraso, abrieron las puertas para que la gente tomara posesión de sus lugares -enumerados- tras ser guiados por acomodadoras (sí, leyeron bien). Esa y otras serían las escenas a las que uno no está acostumbrado a ver en los recitales. O a escuchar, por ejemplo, la voz de una locutora que minutos antes de comenzar el show solicitaba, en vano, que los allí presentes apagaran sus celulares y cámaras digitales.
Poco más de media hora transcurrió entre la entrada a la sala y que se apagaran las luces (situación que dejó en evidencia a aquellos que osaron encender un cigarrillo). Mientras que los encargados de la seguridad (otras veces con pecheras hoy con saco y corbata) se encargaban de los revoltosos, una introducción de reggae poderoso saltaba detrás del telón que todavía cerrado cubría el escenario. Sólo el sonido de lo que prometía la banda más importante del reggae argento y un juego de luces traslucían ese enorme paño. Abierto el telón, estaban todos los músicos en escena mientras la voz de un Guillermo Bonetto omnipresente parafraseaba en el comienzo del show.
Dispuestos a presentar “Hombre simple” y “Barrilete” ante el público platense la banda se despachó con “Verte bien” mientras el cantante lo hizo con un: “Felicitaciones por el teatro tan lindo”.
Ante un público de rastas sentadas y cuasi indiferente con el tema de “Barrilete” elegido para el puntapié inicial, la secuencia cafre continuó con un enganchado de “Mostrame como sos” y “Tus ojos”. A pesar que sentaban a los tres o cuatro “desacatados” que atinaban a pararse y encima a bailar, el efecto buscado por la banda logró su objetivo: comenzaron a escucharse los primeros cánticos de la noche, por parte de la gente. Para redoblar la apuesta un simpático Bonetto se rió al ver al público sentado. Para lo que, después de introducirse en “Hombre simple” con el tema “Privilegio”, invitó a los presentes a pararse y preguntó “¿Más lindo así, no?”. Claro que sí. Ahí sucedió un quiebre en la noche, cuando se logró por fin el perfecto equilibrio entre la gente, ahora de pie y danzante, y las sensaciones que encendía el característico sonido de Los Cafres potenciado por la acústica del lugar.
De todas maneras, un Guillermo Bonetto irónico siguió el juego con el público pidiéndole a Pedro (sonidista) más volumen de la gente. Las risas no se hicieron esperar. Y más temas del último -y doble- trabajo de Los Cafres tampoco. Mientras sonaba el tema “Barrilete” pegado a “Boicot a la ignorancia” -cediendo el protagonismo a los teclados- y el recital iba apoderándose del lugar, hasta se podía sentir ¡olor a marihuana!. Aunque recordando la prohibición de fumar (cualquiera sea el contenido) en el lugar, no sería otra cosa que el aroma que desprendía la chaqueta de algún “Otto” allí presente.
Para continuar intercalando los temas más recientes con los clásicos de la banda tocaron “Aire” -en gran parte cantado por la gente- y “De mi mente”, que puso a bailar hasta a las acomodadoras.
Llegando al final del recital, los vientos tomaron el papel protagónico con “Mafia” y “Loco” que sirvieron para demostrar, además, la flexibilidad que puede lograr Bonetto con su gola y con sus pasos.
Tras poco más de una hora de veloz pero contundente reggae, llegaron los bises. Unos minutos de ausencia de la banda sobre el escenario y se dio el regreso con el tema más esperado por varios de los presentes: “Bastará” (bastaba ver como muchos se corrieron de sus lugares para buscar una buena posición desde donde poder filmar con sus celulares y/o cámaras). Terminado uno de los hits del verano, todos volvieron a sus posiciones, mientras desde el escenario sonaba como despedida “Si el amor se cae, todo alrededor se cae…” y si las luces se encienden -como sucedió terminado el show de Los Cafres- todo alrededor volvió a la formalidad del Coliseo Podestá. Coquetos asientos enfundados en rojo retardaban la salida de quienes por un momento fuimos engatusados por la música y las letras de la banda más importante del reggae nacional, sobre un escenario particular.
Juan Manuel De Lucia / foto gentileza Natalia Souibille
Discos
Si había un disco esperado para este 2008, que comienza su sexto mes de vida, era el del carismático e imprevisible Pity Alvarez junto a la banda que lidera desde hace ya 7 años. Los Intoxicados lanzaron su ¿último? disco titulado Thend – El exilio de las especies, que luego de un exhaustivo trabajo de escucha y comprensión puede considerarse conceptualmente fantástico. No creo que sea así para los fanáticos empedernidos de Viejas Locas y del Pity stone, pero como viene marcando desde sus trabajos anteriores, está buscando un sonido conceptual y amplio en cuanto a los ritmos.
Ya voy a desgranar track por track todo el disco, pero primero es necesario contar algunos detalles organizativos de este disco, compuesto por 13 canciones, compuestas casi todas por Cristian Álvarez, excepto “Noche con amigos”, perteneciente al bajista Jorge Rossi y “Quien soy”, en la que Pity comparte la autoría con Débora Sol Álvarez. Thend fue grabado entre noviembre 2007 y marzo 2008 en los estudios El Pie, con pre-producción de Jorge Rossi y Adrián "Burbuja" Pérez y producción del propio Álvarez.
El álbum, cuarto de la banda, completa una trilogía comenzada en 2004 con No es solo rock and roll y continuada por Otro día mas en el planeta Tierra. Y si hablamos de discografía cabe remarcar que el CD puede conseguirse en dos formatos: el tradicional Standard y una edición de lujo, un boxset recubierto con arena (sostenida por la propia caja obvia) en donde hay lugar para los cuatro discos.
A grosso modo, los temas del disco poseen esa poesía simple pero no muchas veces comprendidas, entre pegadizas y duras, directas y auto referenciales de un Pity que va desde la crítica del sistema, al aparente deseo de morir, sin antes brindar junto a amigos o reírse con el Chavo del 8. Sin cortes entre los tracks, todos ellos unidos por sonidos ambiguos y a la vez crudos como el de una terapia intensiva, un enchufe en cortocircuito o una ovación cerrada. Y musicalmente psicodélico, súper arreglado, pero sin abandonar su Piedrabuena natal. Un verdadero disco conceptual.
Vayamos tema por tema:
- Bienvenidos Al Apocalipsis: poco para decir acerca de una introducción de un minuto y medio, sin letra y, como dice el nombre, con sonidos apocalípticos.
- Comandante: Ahora sí el disco arranca a puro hip hop con lo que podría ser la continuación sonora de temas como Una Vela o Te la vamos a dar. Tema picante para arrancar, con una letra dura y un ritmo que incita a un meneo de cabeza. Un rap que nada tiene que envidiarle a los barrios marginales de New York.
- Noche con amigos: Sin duda el mejor tema del disco y, paradójicamente, el único donde el Pity no intervino en la letra. Hagan la prueba de escuchar Palabras más palabras menos de Los Rodríguez que van a darse cuenta que este tema podría haber formado parte de ese disco. Si en “Otro día mas...” Calamaro prestó su voz para acompañar a Álvarez en Fuego, en este caso podría reclamarlo para hacerlo propio. Potencial hit sin dudas.
- Pila pila: Allá por enero de este año conocía el mundo uno de los temas más bizarros del rock nacional. Una canción imposible de analizar como poesía, pero que llevó a que todo el mundo hablara de Pity. ¿Está bien o mal?; ¿lúcido o hecho mierda?; ¿gracioso o patético?. Pero todos hablaron. Y hay que destacar que los primeros cortes de los otros 3 discos son de ese estilo: Quieren Rock, Una vela o Sr Kiosquero no son obras cumbres de un poeta. Había que llamar la atención con algo malo para después salir con un disco terrible.
- Me vuelvo al sudeste: Único rocanrol “cuadrado” del disco. Joya de algún viejo cuaderno de Viejas Locas. El ritmo teletransporta al toque a Dos nenas, o de lo más nuevo, a Rodando por ahí. Probablemente el tema que los fanáticos del Pity de los ´90 esperaban. Y en un disco donde reinan los arreglos mecánicos, es fantástico riff que abre el track a cargo de Felipe Barroso, uno de los guitarristas que más prometen en la escena nacional.
- Quien soy: Musicalmente el mejor. Pero también es sin dudas el más difícil de escuchar. Que rara suena la voz de Débora Sol Álvarez, transformando la del Pity en una garganta aniñada. Y la primera prueba de la vida del líder que hace tiempo no sabe quién es como consecuencia de su adicción a la pasta base.
- Un secreto: "Si cada uno de nosotros no anhelara lo que tiene el otro, No existiría la violencia, no existiría el odio…". Reggae combativo por excelencia. Primer momento roots del disco. Nuevamente la voz femenina endulza una letra dura. Una mezcla entre receta para un mundo mejor y la psicodelia apocalíptica de los últimos tiempos de Álvarez, reflejada en las palabras sobre el final de Carl Sagan. Y un mensaje esperanzador: “el ser humano está condenado a ser feliz”
- Casi sin pensar: Que bien hubieran quedado esos 2 minutos de introducción a la física atómica al principio del disco. Con tonada española Pity intenta explicar la composición del mundo para luego dar lugar a otra balada fantástica donde retoma el testimonio de una vida de sufrimiento. Sólo una persona que sufre la tortura de las drogas puede explicar cómo es vivir así. Deprimente y fantástica desde donde se la mire o escuche. “La vida me la regalaron, la muerte en cuotas voy pagando…"; “puede curarme la propia enfermedad o matarme la misma cura”. No es necesario explicar esas frases con las que Pity se auto describe.
- Mayonesa: ¿Cómo salir del bajón del tema anterior? Desde una nueva letra absurda y genial. ¿Y cómo pasar de un frasco de mayonesa a una explicación sobre el tiempo? Sólo Álvarez puede lograrlo. Nueva incursión en el dance para que los fanáticos cambien rápido de canción. Y otra vez el recurso de una voz femenina para cortar con el sonido de ultratumba de la voz de Pity.
- Jaime Marrón: Una broma con el nombre del rey del funk es el homenaje a uno de los grandes músicos. Y como no podía ser de otra forma, a través del funk. Pisando con su tema a la canción de James Brown, aparece un nuevo estilo en un disco plagado de sonidos que van y vienen.
- Del mar: Hermosa balada para escuchar una y otra vez. Con la acústica al hombro le canta a un amor que ya no está. Nuevamente aparecen las referencias a sus estudios de la física, comparando a dos personas con átomos que se unen. El sonido de las olas del mar de fondo le da el toque romántico y melancólico a un viaje por el espacio.
- África: 8 minutos de homenaje al llamado continente negro desde el segundo reggae de Thend. Oscuro, extraño, por momentos súper aburrida por el abuso de la repetición de palabras, pero sin dejar de ser una nueva veta del, a esta altura, gran Pity Álvarez.
- Himno a Bolaños: Como no despedirse con una nueva locura. Si algo le faltaba al disco era parte de la banda del Regimiento de Patricios para homenajear a coro al gran Roberto Gómez Bolaños. Conocida desde el año pasado gracias a Andy Kutznezoff, Pity agradece las sonrisas del Chavo y el Chapulín Colorado a través de una canción humorísticamente excepcional.
Un cierre espectacular para el mejor disco de una banda que recibió palos de todos lados, pero que a través de un laboratorio musical logró una obra cumbre.